Ningún ser humano indiferente ante la comida es digno de confianza.



(Pepe Carvalho)




domingo, 25 de diciembre de 2011

Cena de Navidad



Hola amiguitos, tras este pequeño parón en el blog, hemos decidido retomarlo con un ejemplo rápido de cena especial: La cena de Nochebuena!, tan cargada de tradiciones familiares como de posibilidades innovadoras. Este año hemos incorporado un poco de las dos partes.
De entremeses nos hemos decantado por un buen foie mi cuit con galletas con pasas y un plato de lomo de caña, por el lado de las carnes, y para el lado de los pescados, unos montaditos de picapica (chatka y huevo cocido muy picaditos y mahonesa) y como plato estrella nuevo este año, motivados por el protagonista de “en busca del tiempo perdido” firme admirador de la Berma… una langosta a la Berhard.
Para empezar hemos mantenido el tradicional consomé casero (un buen pedazo de carne: zancarrón, morcillo, un par de puerros, un par de zanahorias, un puñado de garbanzos y , si se tercia, un hueso de jamón) lo ponemos todo a cocer durante tres horitas,, y después colamos, salamos y añadimos un chorrito de jerez. Como tropezones añadimos: tostos de pan frito, huevo cocido, taquitos de jamón y trocitos de patata frita.


La langosta es mejor comprarla cocida, se parte, se limpian los trozos con carne, y se prepara un salteado de champiñones, sobre el caparazón de la langosta ponemos los champis, el picadillo de langosta en láminas, una capa de mahonesa, queso rallado, y a gratinar!








De postre, volvemos a la tradición, unas copas de macedonia de frutas y una bandeja de turrones, mazapanes y polvorones.

Todo regado por un fresco champan y muchos brindis, por todo lo bueno de este año, y de lo que vendrá.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Empanadillas de Queso y Jamón

 Hola amiguitos! hoy vamos a hacer una cena sencilla: empanadillas!. Como las de atún ya las tenemos muy comidas, hoy vamos a cambiar los ingredientes: queso, jamón, obleas, leche, harina y sal.

Lo primero es picar el queso en trocitos bien pequeños, para que funda rápido.

Luego salteamos un poco el jamón serrano...

Retiramos el jamón y en la misma sartén ponemos la harina, la leche y la sal.

 

 Removemos suavemente mientras se calienta hasta obtener una bechamel sin grumos.
 Con la bechamel ya preparada, añadimos el jamón y el queso. Tiene que quedar espesita.
 

Preparamos las obleas sobre una superficie lisa.

 Las rellenamos con una cucharilla.
 Ya están todas rellenas.
 

 Las vamos cerrando una a una con un tenedor.
 

 Podríamos freirlas, pero para que no salgan tan pesadas, las ponemos en una fuente de horno y les damos un poco de aceite por encima.
 Un ratito de horno...
 Y ya tenemos una fuente de deliciosas empanadillas para la cena!

Lo importante es que por dentro queden jugosas. Buen provecho!!

jueves, 29 de septiembre de 2011

Crema de Boletus


Hola Amiguitos!

Como ayer estábamos de aniversario (como todos los 28, vamos, cualquier excusa es buena) hemos preparado una cena sencilla, deliciosa y un poco mas calórica de lo normal, pero vamos, tampoco para preocuparse.

Los ingredientes son fáciles: una cebolla, un puerro, un paquete de boletus en aceite, unas láminas de boletus deshidratados, un poco de mantequilla, un chorro de nata (ay! La nata!) y un par de huevos. Ya está.

En una olla o cazuela de fondo grueso ponemos un poco de mantequilla y pochamos el puerro y la cebolla bien picaditos.

 Mientras tanto ponemos a hidratar las láminas en un cuenco con agua.

Dejamos las verduras una media hora a fuego suave, y después añadimos el boletus en aceite. Batimos bien todo y después con el agua la nata conseguimos la cremosidad que más nos guste. Probamos de sal y pimienta y añadimos a discreción.


Para los huevos vamos a intentar una técnica un poco más avanzada (que ya va siendo hora…) con cierta complicación, pero que si nos sale bien, queda espectacular. Ponemos a hervir agua y cuando ya está bien arrancado el hervor, creamos un remolino con la cuchara, y dentro cascamos el huevo. Si hay suerte y no se rompe la yema, nos quedará la clara cuajada y al retirar el huevo un par de minutos después (con una espumadera y mucho cuidado) la yema todavía seguirá liquida en el interior.


A la derecha se ve uno que ha quedado mal, y a la izquierda uno que ha salido bien, práctica!

Emplatamos la crema, con las láminas, el huevo y algún picatoste. A cenar!!



                                                    Y como es cena especial, un postre rico!

martes, 20 de septiembre de 2011

CASA LAUREANO





A tan sólo 11 kilómetros de Oviedo se encuentra Llanera y si un día tenéis la suerte de pasar por allí a cualquier hora en la que sea decente comer, no dudéis en acercaros a Casa Laureano (avenida Prudencio González, 62). Desde 1917, este estanco con comedor, o restaurante con zona habilitada para fumar, deleita a los parroquianos con lo que de verdad es una “comida casera” que debería disponer ya de una denominación protegida, porque ahora nos hacen comida casera hasta en el VIPs.



Primero tenemos que entrar en el estanco, que no necesita decoración retro, es que es así y al fondo, tras unas cortinas, encontraremos tres o cuatro mesas, con suerte alguna vacía para nosotros. Una puerta trasera asoma a unos prados por donde salir huyendo en el caso de que irrumpa el ministerio de sanidad por la puerta principal o para bajar la comida con un paseo.


De su estupenda cocina tradicional cabe destacar dos primeros memorables: la imprescindible fabada (que vale casi de primero y segundo) y el arroz con almejes (que son los 2 primeros que hay) y de segundo el pixin (rape) y los solomillos con salsa de setas y castañas.









Los postres son de elaboración casera, de entre los cuáles se puede degustar el mus de limón, la tarta de almendras, las natillas y la compota, riquísima!




Pero lo mejor, con diferencia, es el trato tan agradable con el que te atienden las hermanas León (Carmen y MariaLuisa), ¿Qué no te has podido terminar el solomillo? No hay problema. Como abuelas preocupadas, te envuelven el filete en un bocata, y así se aseguran un eterno agradecimiento celestial a la hora de la merienda, en el vuelo de vuelta a 10.000 pies de altura…


domingo, 11 de septiembre de 2011

La Vaca Picada

El otro día nos pasamos varios compañeros de la oficina a
comer por La Vaca Picada, un restaurante especializado en hamburguesas, con dos
locales, uno en Las Tablas (donde fuimos) y otro en Serrano. La materia prima
para la carne es lomo de cebón del norte o pollo de corral, que luego se
preparan a la parrilla. Está claro que el enfoque es a una comida rápida y
funcional, al que no le guste la hamburguesa puede elegir una lasaña,
solomillo, entrecot o un tartar, y en la carta tienen 4 tintos y un blanco (un
rueda verdejo de Emina) y otro rosado (lambrusco!).


Casi todos pidieron la hamburguesa de La Granja
(con bacón, lechuga, tomate y salsa especial) de 160gr (se puede pedir de 160,
250 y 500gr) y yo probé la hamburguesa Real de 250gr (con cebolla caramelizada,
brie fundido y tomate raf). La presentación inicial, bien, nos acompañaron
rápidamente a la mesa y nos tomaron la comanda de bebidas, luego encargamos las
hamburguesas y a pesar de que el local ya estaba casi lleno (imprescindible
reservar entre semana) no tardaron demasiado. Todo casi perfecto, si no llega a ser porque el camarero equivocó la comanda (pedí patata asada y las trajeron
fritas) y en lugar de rectificar en el acto, se puso a murmurar, fue a por la
nota, volvió, comprobó que efectivamente se había equivocado y entonces, y sólo
entonces, decidió que me merecía el favor de que me cambiaran las patatas.


A mí
me encanta la carne cruda, pero si no sois fans, mejor no la pidáis “al punto”,
pedidla “hecha” porque en este local, entre “crudita” y “al punto” no hay más
que un punto y coma. Por terminar con los defectillos, teniendo en cuenta el
tamaño de las hamburguesas, no parece muy apropiado el bollo de pan de
pastelería con las que las preparan, porque se deshace entre los dedos si intentas
agarrarla y darle un buen mordisco. Por lo demás el local es agradable, despejado, y los fumadores pueden utilizar las mesas del exterior mientras
comen. Para quitarse el capricho, tiene un pase, pero después de haber probado
hamburguesas desde Hamburgo hasta Nueva York, y teniendo en cuenta que aquí están
“especializados”, no les doy más de un 3 sobre 10. Otra vez será. Lo mejor,
como siempre, la compañía.

lunes, 11 de julio de 2011

Ensaladilla Rusa

Hola Amiguitos!
Ya están aquí los calores del verano, así que vamos a empezar con algunas recetas sencillas y frescas, que ahora no apetece estar tanto en la cocina con el calor del horno como en invierno.

Un plato que me encanta para el fin de semana es la ensaladilla rusa, que aunque parezca increíble sí es de origen ruso, donde se denominaba Салат Оливье a una especie de macedonia de patata. Se hizo muy popular en el famoso restaurante Hermitage de Moscú, donde el chef Lucien Olivier se lucia con una ensalada fría (y por esto en algunos sitios "de postin" en lugar de poner "ensaladilla rusa" ponen "ensalada Olivier") aunque los ingredientes eran algo distintos pues incorporaba carne de venado, por ejemplo, aunque la receta original se perdió por el secretismo tanto del chef como de los propietarios de Hermitage, que cerró definitivamente en 1905 y con el se llevó la receta. El plato atravesó los Urales y cambió a algunos ingredientes mas baratos y accesibles como los guisantes y los pepinillos. En Rusia se sigue comiendo mucho con pollo y en todo el cono sudamericano se le añaden también carnes varias en función del país. Desconozco el motivo por el que se le degradó el nombre de ensalada y pasó a humilde ensaladilla.

Nosotros nos hemos decantado por la preparación típica de los bares de tapas, a saber: patata, zanahoria, pimientos, aceitunas, guisantes, espárragos, atún y mahonesa (aceite, huevo y sal) aunque las posibilidades son infinitas. Se cuecen las verduras, se enfrían, se mezclan con el resto de ingredientes y la mahonesa, y ya está. Podemos aprovechar para divertirnos un poco con la decoración, sobre todo si hay niños en la casa, pueden ayudar e ir acostumbrándose a guarrear un poco en la cocina.

Monstruo prehistórico marino de ensaladilla rusa.
¡que aproveche!