Hola Amiguitos!
Como ayer estábamos de aniversario (como todos los 28, vamos, cualquier excusa es buena) hemos preparado una cena sencilla, deliciosa y un poco mas calórica de lo normal, pero vamos, tampoco para preocuparse.
Los ingredientes son fáciles: una cebolla, un puerro, un paquete de boletus en aceite, unas láminas de boletus deshidratados, un poco de mantequilla, un chorro de nata (ay! La nata!) y un par de huevos. Ya está.
En una olla o cazuela de fondo grueso ponemos un poco de mantequilla y pochamos el puerro y la cebolla bien picaditos.
Mientras tanto ponemos a hidratar las láminas en un cuenco con agua.
Dejamos las verduras una media hora a fuego suave, y después añadimos el boletus en aceite. Batimos bien todo y después con el agua la nata conseguimos la cremosidad que más nos guste. Probamos de sal y pimienta y añadimos a discreción.
Para los huevos vamos a intentar una técnica un poco más avanzada (que ya va siendo hora…) con cierta complicación, pero que si nos sale bien, queda espectacular. Ponemos a hervir agua y cuando ya está bien arrancado el hervor, creamos un remolino con la cuchara, y dentro cascamos el huevo. Si hay suerte y no se rompe la yema, nos quedará la clara cuajada y al retirar el huevo un par de minutos después (con una espumadera y mucho cuidado) la yema todavía seguirá liquida en el interior.
A la derecha se ve uno que ha quedado mal, y a la izquierda uno que ha salido bien, práctica!
Emplatamos la crema, con las láminas, el huevo y algún picatoste. A cenar!!
Y como es cena especial, un postre rico!
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