Hoy nos hemos decantado por un plato muy sencillo de preparar para empezar con fuerza el fin de semana. Los muslos de pato en confit puede decirse que ya vienen "cocinados" puesto que en esta preparación la carne se sazona y se cuece en su propia grasa y luego se conserva, bien en lata, como los de la marca Martiko (muy recomendable su web: www.martiko.com con muchas recetas) o bien en sobres al vacío como los de Coren (www.coren.es mas sosa) que son los que hemos usado en esta ocasión.
También hemos comprado una manzana reineta, una lata de piña y un bote de patatas ya peladas.
Extraemos el corazón de la manzana reineta y la cortamos en laminas. Estas manzanas tienen un sabor entre ácido y dulce y una textura que las hace ideales para compotas y como acompañamiento de carnes con personalidad como el pato o la caza...
Cocemos las rodajas de manzana en agua con un poco de canela y azúcar moreno. Cuidado que se ablanda en muy poco tiempo, por lo que hay que estar atentos a retirarlas del fuego en cuanto veamos que se le despega la piel!
Mientras abrimos los sobres y retiramos la grasa de los muslos, poniéndola en una sartén.
En la sartén colocamos las patatas (previamente es importante enjuagarlas en agua para quitarles el "sabor a bote" y secarlas muy bien en papel absorbente de cocina) y dejamos que se vayan confitando a baja temperatura durante un buen rato (mientras se hace la manzana y sudan los muslos en el horno). Cuidado!! al ser grasa y no aceite de oliva, no se puede poner el fuego muy fuerte porque tiende a explotar en pequeñas burbujas que pueden quemarnos las manos o la cara si estamos mirando de cerca!!
Remover de ver en cuando para que se doren de forma uniforme.
Dejamos escurrir bien las rodajas de manzana y las de piña.
Los muslos hay que dejarlos "sudar" en el horno toda la grasilla que tienen debajo de la piel y despues, diez minutos antes de servir, darles un buen calentón con el grill para que la piel quede dorada y crujiente, pero... cuidado! la carne no está cruda, si nos pasamos quedará seco y correoso, así que lo mejor es tenerlo una media hora a baja temperatura (entre 90 y 70ºC) y luego los 10 minutos a tope con el grill.
Con este soplete tan majo que me han traído Los Reyes Majos de Oriente, y un poco de azúcar moreno, le añadimos el "crujiente" a nuestra particular lasaña de fruta. El contraste entre la carne caliente y la manzana con la piña es muy refrescante.
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